Entrevista con Fernando Ortiz Monasterio: el genio detrás de los Jardines Verticales

Tras el magnífico impacto mediático, y mejor aún, a nivel ciudadanía logrado por medio de la instalación lumínica en la Torre Latinoamericana, convirtiéndola en la Torre VERDF, ahora es el turno de los Jardines Verticales en el Centro Histórico. Dicho proyecto se está llevando a cabo por parte de Verde Vertical, como lo detallamos en un post anterior. El director de Verde Vertical es el Arquitecto Fernando Ortiz-Monasterio, quien en poco tiempo ha logrado crear un excelente impacto al realizar obras que logran una simbiosis entre la estructura urbana y la naturaleza. Fernando nos regaló unos minutos de su tiempo para platicar más a detalle sobre los jardines verticales.

Te dedicas a hacer algo que hasta ahora no es común en muchas ciudades del planeta, sin embargo, ha recibido excelente aceptación por múltiples razones, ¿cómo surge la idea de realizar jardines verticales? Los jardines verticales responden más a una necesidad, a un problema que comparten las ciudades del mundo. Las ciudades han sido intensamente densificadas; la misma densidad limita la posibilidad de que haya parques, áreas verdes; se siguen construyendo nuevos edificios. La importancia de tener la naturaleza cerca no sólo en una cuestión estética, sino por todos los beneficios ambientales que tiene surge en los años 60s la posibilidad de plantar no en tierra, sino en substratos textiles. En las ciudades existen millones de metros cuadrados de superficies verticales en desuso (muros) que de otra manera estarían abandonados. Esta tecnología permite utilizar los edificios existentes como estructura para sobre eso hacer implementaciones. Se juntaron la necesidad y la tecnología que se presta para hacer este tipo de implementaciones.

¿Qué estudiaste? ¿A qué te dedicabas antes de hacer jardines verticales? Yo soy arquitecto. He trabajado en varios despachos en México y en el extranjero; estas actividades profesionales me dieron la pauta de darme cuenta -en un juicio arriesgado- que muchas veces los arquitectos mismos somos la causa de los problemas de las ciudades, porque gran parte de las edificaciones que se están llevando a cabo en áreas urbanas, al principio son soluciones espaciales que en períodos de tiempo muy cortos empiezan a tener efectos secundarios negativos. Empezé a canalizar de qué manera los arquitectos podíamos empezar a hacer intervenciones positivas en las ciudades; la posibilidad de integrar la naturaleza a las edificaciones, sistemas vivos para que los edificios respiren, que tengan intercambios químicos que produzcan su propia energía, reciclen su agua. Una de las muchas partes en que empezamos a estudiar fue integrar áreas verdes en superficies verticales. Los jardines verticales tienen un impacto muy alto porque además de todos los beneficios ambientales, son muy bonitos, llaman la atención. Cada vez nos empezaron a pedir más hasta que abrimos una empresa dedicada específicamente a hacer jardines verticales, paralelo al despacho de arquitectura y diseño.

¿Cómo se pacta la implementación de un jardín vertical? ¿Dueños del inmueble te buscan? ¿Tú estudias espacios, investigas quiénes deciden y propones? Hay dos tipos de proyectos: los que son particulares y los que son públicos. La mayor parte de nuestros clientes son de espacios particulares; nos busca un cliente que tiene un muro y desea convertirlo en un jardín; entonces hacemos propuestas conceptual y económica, si el cliente accede hacemos la intervención. Las intervenciones son más ricas y positivas cuando son en espacios públicos; buscamos en diferentes áreas de la ciudad espacios potenciales que cumplan determinadas características de factibilidad, estructura, suministro de agua, suministro eléctrico y conectamos a los propietarios del inmueble para platicar la posibilidad del proyecto ya sea que el cliente haga una aportación o dividir el costo en cuatro áreas:

* Lo que aporta el propietario
* Un patrocinio de la iniciativa privada en alguna placa o anuncio (procuramos que dentro de los jardines no haya anuncios de marcas) en algún lugar visible. En todo el proceso de obra (montaje, estructura, etc.) se monta un sistema de andamiaje cubierto por un tapial con agradecimientos a las partes involucradas de tal manera que se despierta un interés a la gente.
* El gobierno de la entidad nos apoya con logística, permisos, instalaciones, si hay que cerrar vialidades temporalmente nos facilitan el camino para la obra.
* La cuarta parte e indispensable es la sociedad civil, de manera que se pueda recaudar dinero para que no sea un jardín ni del propietario, ni del gobierno, ni de las marcas, sino de la gente… que la gente lo cuide, lo conozca y sepa como funciona.

Al final es una estrategia de recuperar espacio público con intervenciones para la gente, quienes son los usuarios que lo verán y disfrutarán.

¿Cuáles son las etapas –en el aspecto técnico- para implementar un jardín vertical? Hay dos casos: uno cuando hay una superficie existente, y cuando no la hay. Cuando hay un muro de ladrillo, un edificio de concreto, pues la tecnología que usamos es de 40kg por metro cuadrado, es poco respecto a lo que los edificios aguantan, por ello podemos intervenir casi cualquier edificio.

Cuando no hay muro -que está pasando mucho ahora-, cuando tienes edificios “chimuelos” (a los lados tienes edificios más altos) el skyline rompe; ahí montamos primero una estructura metálica para emparejar los niveles y sobre eso poner la tecnología. Ponemos un stand de plástico (material de fibras poliméricas recicladas) de tal manera que hagamos una superficie continua y completamente aislante, así podemos garantizar que ese contacto de agua consideramos que vamos a tener agua jamás traspase al edificio existente…

¿Hay algún estudio previo sobre el inmueble antes de la instalación? (Historia de goteras, inundaciones, etc.) En realidad no, más bien hay un estudio estructural, jamás haríamos algo sin dicho estudio; poder garantizar que el inmueble tiene la capacidad de soportar el peso de la tecnología que usamos, en caso de jardines aislados, que pueda soportar resistencia por viento, que es uno de los factores que más afecta. Garantizamos una capa completamente aislante para no poner en riesgo la posibilidad de que haya contacto de humedad. Ya sean edificios del s.XVII o de hace tres años, la tecnología de impermeabilización será la misma para estar seguros de que no habrá traspaso de agua…

Posterior a la capa aislante llegan los sustratos -donde crece la planta-. Ponemos dos capas de un fieltro de poliéster, de manera que los intercambios químicos y orgánicos no tengan interacción y así el jardín dure mucho tiempo. La segunda capa lleva incisiones en la tela que es donde ponemos las plantas y -según el diseño y tipo de planta- se colocan entre 30 y 45 plantas por metro cuadrado, en algunos casos ponemos plántulas (más pequeña) para que el proceso de crecimiento sea en la tela; otras veces -en un proceso más caro- ponemos plantas crecidas para que desde terminada la obra se vea un jardín crecido.

Para mantener las plantas sembradas tenemos un sistema de riego incorporado por goteo y por aspersión; va entre las dos telas, en la parte superior del muro y por gravedad moja toda la tela de manera que las raíces reciben el agua y los nutrientes; el excedente de agua se recupera en una canaleta y va de regreso a un tanque con una bomba que recircula el agua que funciona con un timer. Ya sólo queda darle el mantenimiento que requiere.

¿Cuál y cómo fue hacer tu primer jardín vertical? Fue un proceso interesante. Como arquitectos tenemos poca información respecto a las plantas. Configuré un equipo de especialistas para hacer las primeras pruebas. Hice experimentos con plantas, sustratos… El equipo lo integré con ingenieros agrónomos, diseñadores industriales, botánicos, ingenieros en riego para poner sobre la mesa lo que quería hacer; en la azotea de la casa de mi ex novia hicmos nuestro primer jardín. Primero plantamos diferentes especies y todas se dieron bien; fue un proceso bastante empírico. Verde Vertical a la fecha es un grupo interdisciplinario con especialistas, tenemos profesionales en riego respaldándonos, profesionales en plantas, en automatización. Después de este primer jardín llegó una persona que lo vio y dijo “quiero uno en mi casa”, de ahí más gente lo vio y nos han llamado. Un año y medio después llevamos ya 25 jardines.

¿Cómo se da la sinergía entre Verde Vertical y VERDF? ¿Es la primera vez que trabajas junto a una propuesta como VERDF? La sinergia ha sido padrísima porque a la directora de VERDF –Gaby Rodríguez– la conocimos cuando se estaba formando Verde Vertical y VERDF se estaba fundando, partimos de esta idea de que ambos proyectos eran muy riesgosos; ambos somos bastante lanzados. Ella en algún momento me dijo “vamos a hacer que los Jardines Verticales sea uno de los ejes rectores del proyecto VERDF”. Nosotros somos proveedores de tecnología, pero quienes se han movido para conseguir permisos, fondos ha sido el equipo de VERDF, que tiene una onda positiva de hacer proyectos de especialistas a beneficio de todos los ciudadanos, el proyecto de los Jardines Verticales responde muy bien a eso.

¿En algún momento haz encontrado oposición respecto a un proyecto de jardín vertical? Si es así, ¿qué tipo de oposición? La principal oposición es que es una tecnología muy nueva; noce y no ha visto un jardín vertical. Somos tradicionalistas y nos da miedo hacer una intervención en nuestra casa o inmueble porque no la hemos visto. Quedan dudas de “qué va a pasar con esto en uno, cinco y diez años… o cien años”. Nosotros sabemos qué es lo que pasa hasta con diez años… que es la antigüedad del jardín vertical (con esta tecnología) más antiguo de la historia, y esta perfectamente sano porque se le da mantenimiento. Si se cuidan y se dan mantenimiento pueden durar muchos años; las plantas tienen ciclos de vida y estamos buscando que haya proceso de reproducción dentro del mismo muro.

Hay personas que tal vez no tienen el espacio (no son dueños de inmuebles) o el presupuesto para solicitar la implementación de un jardín vertical, ¿cómo podrían hacer algo semejante? La verdad no es barato. Para nosotros como individuos el principal impedimento es el precio. Estamos investigando cómo reducir los costos de manera que pueda estar al alcance de cualquier ciudadano. Lo más parecido que hay son las plantas trepadoras, cualquier persona en casa puede sembrarlas, se va incorporando a los muros como desde hace siglos hemos visto enredaderas. La diferencia nuestra con esa tecnología es que sembramos directamente en la tela, tenemos una posibilidad de paleta vegetal más amplia que nos permite hacer diseños, las trepadoras tienen una paleta más reducida y la gente las puede incorporar en sus casas en lo que logramos bajar nuestros precios. El esquema del crecimiento de las plantas en textiles es de dominio público, cualquier persona del mundo en su casa puede jugar con esta tecnología. Antes las empresas como Verde Vertical nos protegíamos mucho de no difundir nada, ahora creo en lo contrario, en que la gente se empape y lo entienda, que se hable de eso, generar un interés; esto es algo poco conocido. Estaría bueno crear un intercambio público respecto a como mejorar los Jardines Verticales.

¿Dónde tienes más demanda para construir jardines verticales? ¿En México o en el extranjero? Ahora en México; somos una empresa fundada en México y aquí ha sido nuestra difusión, concretamente en la Ciudad de México. Para agosto vamos a Estados Unidos, estamos estableciendo una alianza para abrir Verde Vertical en Nueva York, igual en Madrid. La idea es que el próximo año esta empresa mexicana pueda estar en territorio extranjero enalteciendo la tecnología mexicana, nuestros nombres y nuestras plantas.